Introducción.
Las ruinas de
Itálica, Santiponce (Sevilla), constituyen uno de los conjuntos arquitectónicos
más significativos del país. La única ciudad hispana que dio a Roma dos
emperadores (Trajano y Adriano) fue fundada por Publio Cornelio Escipión
durante el transcurso de la II Guerra Púnica, en el año 206 a.C., para
establecer allí a sus tropas veteranas, que acababan de vencer a los cartagineses
en la batalla de Ilipa. El nuevo asentamiento fue llamado Itálica en homenaje a
su patria de origen, Italia.
El teatro.
Este edificio (fechado a finales del s. I a.C. y
principios del s. I d.C.) se sitúa en la colina oriental de Santiponce y su
excavación estuvo a cargo de José María Luzón en 1971. Se puede apreciar su
ejecución en opus caementicium y piedra estucada, las gradas se
colocaron sobre una cimentación anular y la escena y pórticos traseros se
ejecutaron mediante grandes columnas divididas en tambores y pintadas en
colores vivos. En la parte recta de la orchestra aparece una inscripción
que nos informa de la existencia de una fase ornamental costeada por dos
duumviros reelegidos, Lucio Blattio Trajano Pollio y Gayo Fabio Pollio, el primero fue
posiblemente un antepasado del emperador Trajano, ambos fueron sacerdotes del
culto a un divino Augusto, en honor del cual se consagran la decoración con
mármoles de la orchestra, el proscenio y los accesos del teatro,
así como aras y esculturas.
Parece ser que a comienzos del s. II se procedió a la
renovación del frons scaenae, el muro de cerramiento del escenario, en
el que se incluyeron columnas de mármol en dos órdenes.
El anfiteatro.
El anfiteatro de
Itálica es el edificio romano más grande de todos los existentes en Hispania y
uno de los mayores de todo el Imperio debido a sus 150 metros de longitud en su
diámetro mayor. Las ruinas del anfiteatro siempre han estado visibles y ya
desde antiguo ha sido utilizado como cantera.
A pesar de las expoliaciones todavía se conserva gran
parte del edificio. Se ha calculado la capacidad del anfiteatro en 25000 espectadores, lo cual se corresponde con
la demanda de toda la región circundante.
En el centro de
la arena se sitúa una gran fosa consignada a contener a los animales. Así como elementos
decorativos izados durante los juegos mediante una serie de compuertas y sistemas de poleas. La
organización exterior de las puertas y de los diferentes pasillos permitía a
los espectadores entrar por el camino más directo a sus localidades.
En 1970 se
redescubrieron las cornisas del podio de la arena que habían caído y pudieron
leerse los nombres o iniciales de las personas que tenían reservada la primera
fila, miembros pertenecientes a familias potentadas de la zona. Existen otras
lápidas en el anfiteatro en las cuales aparecen parejas de pies que parecen
indicar direcciones opuestas junto a invocaciones dedicadas a Némesis o Dea
Caelestis, manifestación de un culto a divinidades orientales.
Las termas.
Las termas en
Itálica son de gran categoría y calidad comparables a las mejores y mayores de
todo el imperio. En Itálica existe un conjunto de termas llamado “Los Palacios”
por la relación que se estableció entre sus fastuosos restos y una residencia
real, si bien en el s. XVII se le llamó “La Armería de Trajano” al considerarlo
como un arsenal y cuartel de dicho emperador. Además, en Itálica se encuentra
otro conjunto de termas que se conocido popularmente por “Los Baños de la Reina Mora” ya
que aunque acertaron con la función, se equivocaron al asignarles constructores.
Las termas
menores de Itálica o termas de Los Palacios se ubican en la colina
occidental de Santiponce (también llamado Era del Convento por su cercanía al
monasterio de San Isidoro del Campo) y fueron excavadas en el s. XIX por
Demetrio de los Ríos entre otros, apareciendo allí importantes esculturas de la
época de Trajano.
Estas termas
parecen disponer de una organización axial con entrada porticada al este, sobre
el foro primitivo, con dos amplios vestuarios a los lados (apodyteria),
siguiendo con una gran sala que poseía cuatro columnas que podrían ser el tepidarium
y junto a la cual se encontraba una habitación absidal con piscina por el lado
sur y que pudo haber tenido otra gemela al norte, siendo los frigidaria.
Tras esto se disponen otras dos cámaras con piscinas y una gran sala rematada
en ábside y con pavimento de ladrillo que puede ser el caldarium.
Existen unas galerías más bajas bordeando las salas mayores que deberían
destinarse a la comunicación de servicios. El edificio es de opus
caementicium y está fraguado sobre encofrados de madera.
Las termas
mayores o Baños de la Reina Mora cortan el eje de uno de los decumano
principales de la urbanización adrianéa ocupando dos manzanas. La técnica de
construcción utilizada es parecida a la empleada en la edificación del
anfiteatro. Detrás del vestíbulo, elevada con relación a la calle, se halla la
piscina mayor o natatio revestida de
mármol en el pavimento y en los muros escalonados, cuyo fin es el asiento de
los bañistas. Le sigue el tepidarium con una disposición transversal
junto al patio porticado de la palestra desde donde se puede pasar a la sala
absidada del caldarium o a otro patio que da acceso a otras salas
cuadradas con bañeras laterales. Todo esto completado con unas galerías y
cámaras abovedadas de menor altura destinadas a los servicios de los baños. En
un nivel inferior nos topamos con una compleja red de desagües que conduce
hasta el alcantarillado de la calle.
No hay comentarios:
Publicar un comentario