miércoles, 11 de agosto de 2010

y más... LA EXPEDICIÓN DE RUY LÓPEZ DE VILLALOBOS.

Introducción.

Tras el descubrimiento del Nuevo Mundo el deseo de explorar, descubrir y conquistar aumenta entre un grupo de personas y en la propia Corona. Durante los reinados de Carlos I y Felipe II se promoverán una serie de expediciones que van a iniciar la difícil tarea de conocer e introducirse en la tierra descubierta. Pero irán más allá e intentarán lo propio para conseguir descubrir islas o mares teniendo como incentivo el encontrar la Especiería por el occidente, continuando así con el propósito que tenía Colón cuando comenzó su viaje. En esta corriente se incluyen una serie de hombres como Hernán Cortes, Pizarro, Alvarado, Belalcázar, Magallanes, Elcano, Loaysa y entre ellos, Ruy López de Villalobos

Villalobos, el hombre.

La fecha de su nacimiento es desconocida, al igual que los años que vive en Málaga y cuándo marcha a América. Según las fuentes se sabe que “era de noble generación, hijo de padre valeroso y privado del Rey Católico”. Este dato hace suponer que su padre tuviera origen aragonés y que llegara a Málaga tras la conquista de 1487. Teniendo en cuenta una serie de factores es posible decir que la fecha de su nacimiento se situaría entre el año 1505 y el año 1510.

Villalobos era un hombre de letras (licenciado en derecho) y procedía de una familia distinguida de Málaga. Esto concuerda con la personalidad que se entrevé en los documentos, por los cuales se tiene constancia de su concepto de la norma, de su reglamentarismo. Según las fuentes Villalobos era un hombre alto y delgado con una barba negra grande que tenía algunas canas. En cuanto a la personalidad las fuentes indican que era inteligente, noble de carácter, persuasivo y tenía un trato cortés.

Con relación a su capacidad para dirigir una expedición se dice que su valía era mayor para una expedición en las cosas referentes al mar que para una expedición que tuviera como objetivo la conquista de un territorio. La capacidad para navegar no le faltó pero otra cosa era su preparación, destreza, dotes de organización y mando y el carisma de líder que hacen falta para llevar a buen puerto una empresa de características parecidas a la que se le asignó.

La diferencia con sus capitanes a la hora de decidir su permanencia en el Maluco, los titubeos y vacilaciones, el trato con los reyes de Gilolo y Tidore, su tirantez y distancia con éstos llegando a decidir abandonar las Molucas sometiéndose a lo que decían, y su incapacidad para marcar unas directrices propias e imponer su genio y autoridad a la expedición, con objetivos concretos, hacen que la empresa, a pesar del heroísmo y contratiempos que tuvieron, puede considerarse como un fracaso.

A través de la Relación de Santisteban hemos podido saber que dejó hijos en Nueva España haciéndose cargo de ellos el virrey (que era su cuñado) en el caso de que Villalobos muriera. El agustino Santisteban le recuerda a Mendoza que siga manteniendo la promesa de mantener a sus sobrinos. Villalobos muere en la isla de Ambón (3º S. 128º E.) tras haber tomado la decisión de abandonar las Molucas y como no podían volver a Nueva España, la única solución era volver por la India. Salen de Ternate en febrero de 1546 y hacen escala en Ambón el miércoles de ceniza. Murió de una enfermedad que también mató a otros castellanos. Villalobos murió el viernes de Ramos de 1546, siendo enterrado en el pueblo de Zozanibe.

La expedición de Villalobos.


Entre 1540 y 1565 se van a producir dos expediciones que convertirán el Pacífico en un mar castellano. Así el eje de proyección en el Pacífico se establecerá en las Islas de Poniente, de S. Lázaro o Filipinas, unidas a nueva España por un conjunto de islas. Estas islas pertenecerán administrativa y económicamente a Nueva España.

Antonio Mendoza, el que era virrey de Nueva España desde 1535 piensa en crear asentamientos en las Indias Orientales y en descubrir la ruta de retorno a Nueva España. Pedro de Alvarado, Adelantado, Gobernador y Capitán General de la Provincia de Guatemala obtiene del rey la capitulación de Valladolid (el 16 de abril de 1538) que le faculta para el descubrimiento y conquista de la Costa y Provincias de Poniente. El virrey desconfía y envía a Francisco Vázquez a las Provincias de Poniente. Mendoza y el Adelantado acuerdan en Jalisco el 28 de marzo de 1541, el dividir la expedición en dos partes: una de las cuales, “a las Islas de Poniente y las voltease y viese lo que en ellas hay” a Ruy López de Villalobos; “un Cavallero muy esperto y plático en las cosas de la mar, y en quien a nuestro parescer concurren las calidades que para semejante jornada se requieren ”.

La expedición de Villalobos estará formada por tres naos y una galera, y 300 hombres. Zarpará al cabo de tres meses. La normativa religiosa explica otro de los motivos de la expedición, que es ampliar el terreno de acción de la Iglesia católica para lo cual se van a mandar sacerdotes y religiosos. Para dar ejemplo a los infieles y gentiles indígenas se ordena que la tripulación actúe según el catolicismo y que los religiosos reciban un trato de favor, esto último se decía porque se pensaba que los indígenas apreciarían la bondad y validez de la religión católica si veían a los cristianos acatar lo que decían sus clérigos.

El número total de personas que formarían la armada estaría en torno a las ochocientas, de las cuales unas cuatrocientas serían españoles y el resto serían indios e indias de Nueva España (Villalobos se había comprometido a devolver a éstos a sus pueblos tras finalizar la expedición) y esclavos negros. Por la cantidad de hijosdalgo que viajaban necesitaban muchos indios y negros como menestrales.

Entre los pertrechos de guerra se contaban siete piezas de artillería de bronce, medios cañones, pasamuros, lombardas y versos, pólvora, municiones, salitre y azufre para hacer pólvora en la tierra. El armamento individual estaba formado por arcabuces, ballestas, coseletes, coracinas, picas y el resto de las municiones necesarias para atacar y defenderse. También se llevaban objetos para el asiento e intercambio con los nativos entre los que se encuentran terciopelos de colores, rasos, tafetanes, granas y otros paños de colores y lienzos, espejos, cuchillos, tijeras, cascabeles, cuentas de vidrio, etc.

La flota entera solo navegó desde Nueva España (puerto de Juan Gallego) hasta la isla de Sarrangán (al sur de Mindanao). A partir de este instante una parte va a intentar volver al virreinato y otra se va a dedicar a intentar rescatar a otras subexpediciones que habían salido con el objetivo de lograr bastimentos.
Salen del puerto de Juan Gallego (Nueva España) el 1 de noviembre de 1542 y aunque ven islas a las cuales dan nombre, solo deciden arribar a una (I. Esteban) el 26 de diciembre. Fue en este momento cuando vieron a gente, cosa que no habían hecho desde que partieron.
Ya a comienzos de febrero llegan hasta una isla grande llamada Mindanao, aunque también la llamaban Bindanao y Veguindanao y a la tal ínsula la llamaron Cesárea Karoli, en honor de Carlos V.

Ruy López de Villalobos descubrió numerosos archipiélagos, redescubrió la isla Inocentes en el Archipiélago de Revillagigedo, y la renombró como Anublada, hoy San Benedicto. En 1543 la flota tocó la costa sur de la isla de Luzón (Filipinas), donde fondearon por un corto tiempo, de allí partieron más al oriente hasta alcanzar las islas de Samar y Leyte y las llamaron Islas Filipinas en honor al infante Felipe. Debido a la hostilidad de los nativos, la expedición abandona los asentamientos que había levantado en Las Filipinas y da por terminado el viaje de exploración.
La nao partió de la bahía buscando una isla pequeña de la que tenían noticias pero las fuertes corrientes les mete en Zagala, un pueblo del rey de Gilolo. Ya se ha producido la llegada a Maluco. Según Escalante la llegada a Maluco no la ordenó Villalobos sino que iban buscando una isla y las corrientes les hicieron derivar hasta la tierra de Gilolo. En cambio para Santisteban esta llegada se produjo debido al gran hambre que tenían, siendo Villalobos el que ordenó esto.

Los portugueses en cuanto se dieron cuenta de la llegada de los españoles les enviaron un requerimiento para que no llegaran a desembarcar. Villalobos les hace ver la gran necesidad que tenían y les dice que en el momento que estuviese satisfecha volverían a las Filipinas donde se encontraba el resto de los españoles. Los portugueses no les ayudan a inducen a los nativos para que tampoco lo hiciesen.

El problema era que la estancia en las Molucas significaba una violación del tratado de Zaragoza y de las capitulaciones e instrucciones de S.M. y del virrey. Los portugueses acosan pacíficamente a los castellanos y amenazan a los nativos para que no les proporcionen suministros
Los portugueses habían denunciado ante su rey que los españoles estaban en el territorio prohibido de las Malucas y éste se quejó ante el emperador de la violación del tratado. Esto hace que Carlos desde Gante el 22 de octubre dicte la provisión que prohibía la ida a las islas Molucas y ordena a Villalobos que saliera de allí. A esto le sigue una Real Cédula dirigida al virrey Mendoza, dictada en Brujas el 9 de noviembre de 1545 en la que se advierte que ha ordenado que cuando regresen a puerto sean prendidos, se les interrogue en secreto y sean castigados para complacer al rey.

La decisión del general estaba tomada y nada ni nadie le hará cambiar de opinión. Contra la voluntad de todos, la suerte está echada. Hay que volver a España por el camino de la India. El que quisiera quedarse lo podía hacer bajo su responsabilidad y algunos decidieron quedarse en Terrenate.

El 18 de febrero se hacen a la vela en los navíos portugueses. Se dirigen hacia el sur y llegan a Ambón el miércoles de ceniza, permaneciendo allí hasta el 17 de mayo. Aquí muere Ruy López de Villalobos el viernes de ramos de 1546. El resto de la expedición pasa por Java, Sumatra y Malaca, alcanzando la India en enero de 1547.

Conclusión.

La expedición fracasó en su principal objetivo de encontrar tierras ricas donde asentarse. La expedición sirvió para tomar posesión por tercera vez del archipiélago de San Lázaro, llamadas Filipinas desde Villalobos, dar nombre a las Islas de Nueva Guinea y quedaba demostrado que para volver a Nueva España se tenía que cambiar de latitud. Siguiendo el mismo paralelo en dirección este era imposible el retorno. Esto lo debió conocer Urdaneta al repasar los datos de Bernardo de la Torre y Ortiz de Retes. Del fracaso de esta expedición surgirá la gloria de Urdaneta, haciéndose posible el camino de retorno.

Bibliografía.


- CARLOS PRIETO. “Los españoles en el Pacífico”. Alianza Editorial.

- EDUARDO ANGUITA GALÁN Y JESÚS MONERO GÓMEZ. “Malagueños en América. Del orto al ocaso”. Diputación provincial de Málaga.

- P. MOLAS (Coord.). “Manual de historia moderna”. Ariel historia.

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